Un agave pequeñito, pequeñito comparado con el tamaño promedio de la gran mayoría de agaves con la misma edad de maduración.
Especie en vías de peligro de extinción, que además toma entre 18 y 25 años en estar maduro para poder aprovecharlo en producción mezcalera.
Entre el tamaño, el tiempo de maduración y la situación de la especie, se obtiene de este agave un mezcal muy valioso, aprovechado por las marcas mas grandes, costosas y de nivel internacional (ajá “mas grandes”)...
En Mezcalcóatl se ha identificado como un mezcal con aromas fuertes aunque sabor muy suave, incluso un tanto más terroso que floral, notas a hierbas frescas otorgando un sutil “dejo” a canela y hay a quienes incluso les sabe a melon!
Además, por sus propiedades naturales, tiene más cuerpo detectable y disfrutable desde el primer traguito.